Esta semana Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, ha rehusado a que el Gobierno español vaya a embarcarse en una ‘reinvención’ del Estado para calmar las reivindicaciones soberanistas de Catalunya y también ha descartado darle un marco fiscal propio. Ya les va bien como están ahora.
En una entrevista al diario Wall Street Journal, Montoro afirma que un régimen fiscal propio para Catalunya no ayudará necesariamente a la economía de esta comunidad y podría entorpecer la incipiente recuperación económica del país. El descaro o la caradura son supinos. Cuando se tienen dudas sobre el por qué es necesaria una escisión del resto de España, este es uno de los ejemplos más claros para la dicha reflexión. O se parten peras, o Cataluña se queda como está. Al borde del abismo.
A juicio de Montoro, las disputas con Catalunya no han avivado la desazón e inquietud de los inversores internacionales porque el mercado entiende que la situación se va a solucionar y ha añadido que confía en que los políticos y la sociedad catalanes entenderán que la separación no va en el interés de ninguna parte. ¿Se puede ser tan ignorante como para creerse sus propias falacias?
El ministro ha añadido, "Hay que llegar a un entendimiento como pasa en muchas parejas. Mira, tú haces tu vida, pero no te conviene separarte. Nos llevamos regular, llevamos siglos así, pero nos queremos lo suficiente porque nos interesa estar juntos". O lo que es lo mismo, cállate y aguanta, que es lo que te conviene, porque no tienes otra opción. ¿Se puede ser más caradura en la exposición de la consulta?
Aunque algunos empresarios han hecho llegar al Gobierno su opinión de que admitir y aceptar que Catalunya recaudara sus propios impuestos podría ser suficiente para convencer al 'president', Artur Mas, de que cancelara la consulta, el ministro Montoro opina que el sistema fiscal español ya es lo suficientemente complejo sin los cambios que requeriría este acuerdo. La ignorancia al poder.
El ministro no ha querido dar valoraciones precisas sobre el impacto de un posible acuerdo fiscal con Catalunya, que probablemente reduciría los recursos disponibles para el Gobierno central. Eso sin lugar a dudas. Y ha afeado a Catalunya que los cálculos económicos del Govern no tienen en cuenta todos los servicios que reciben del Gobierno de España y ha añadido que la separación es contraria al proceso de integración dentro de la Unión Europea. Aunque esa apreciación tan descarada les importa bien poco a Europa.
Y lo remata con "El problema lo tiene en Catalunya el partido que gobierna porque su intención soberanista está perdiendo apoyo en favor de otros partidos políticos que son soberanistas y son de izquierdas… En lugar de decir a la gente lo que hay que hacer para salir de la crisis, se dedica a hacer un planteamiento soberanista donde compite peor". ¿Se puede estar más carcomido por el gusanillo de la ignorancia?
Sr Montoro se le va a decir por enésima vez, que ya nadie les cree. Que antes que Catalunya se quede como está se saldrá a la calle y la soberanía de un pueblo decidirá votando. Y eso es imparable, lo dice la historia. Ya no es solo el tema económico, que no es poco, es por eso y por TODO lo demás que ese gusanillo no les permite percibir. Por caraduras o ignorantes.
Ya lo dijo otro ‘ilustre’ con el mismo pensamiento ideológico, Jaime Mayor Oreja: "¿Por qué voy a condenar el franquismo si representaba a la mayoría de la sociedad?".
Font: in.directe.cat
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada