Desde la caspa más impregnada de quinina, me han hecho notar que realmente tengo un hecho diferencial con el resto de España. En primer lugar, soy, por ser catalán y castellanoparlante, un mentecato mental que necesita supervisión y protección por parte de los quijotes del castellano. La inmersión lingüística me ha convertido en un mártir de la lengua castellana y, a diferencia del resto de habitantes de España, necesito que me tutelen y me cobijen porque yo ni enterado estaba de la persecución de la que soy víctima.
En segundo lugar, como me recuerda más de un representante de más de un partido político estatal, no tengo derecho a becas y ayudas que sí disfrutan otras comunidades a pesar de tener una de las presiones fiscales más altas de Europa. Pago más y recibo menos por ser catalán. Y, por último, hasta el Tribunal Constitucional me ha dejado claro que soy diferente del resto de habitantes de otras comunidades, ya que ha tumbado artículos del Estatut que son perfectamente vigentes en esas comunidades.
He captado el mensaje, soy diferente porque me tratáis diferente, como un mentecato mental que paga de más y que tiene menor cobertura legal. Entenderán que, dadas las opciones, me decanto por el lado independentista, que lejos de ser la opción perfecta, es la opción que más puede ilusionarme. La suya resulta un pelín humillante para mi pequeño orgullo, ¿no tienen nada mejor?
Font: LaVanguardia
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